Escrito por: Joe Thornton
Campaña de Tóxicos de Greenpeace.
RESUMEN Y RECOMENDACIONES
Para instalar incineradores, las empresas de disposición final de residuos peligrosos apuntana las comunidades que ofrecen la menor resistencia política. Como resultado, estasinstalaciones son ubicadas principalmente en áreas cuya población está conformada porgente mayor, con escasos recursos económicos, religiosa, de origen rural, y/o gente de color. Más de la mitad de los incineradores comerciales de residuos peligrosos existentes ypropuestos en los EE.UU. están localizados en comunidades rurales próximas a tierrasagrícolas.
Cada vez hay más evidencias que indican claramente que los incineradores de residuos peligrosos provocan la contaminación de la cadena alimentaria, poniendo en riesgo la salud de las personas que consumen alimentos cultivados en lugares cercanos a los incineradores. Para los granjeros, existen evidencias de amenazas adicionales sobre la productividad y comercialización de sus cultivos y ganados.
No hay datos disponibles para realizar una predicción completa de los efectos en la agricultura de las miles de sustancias químicas emitidas por los incineradores. Sin embargo, si nos basamos en pruebas experimentales, datos obtenidos en campo, y experiencias reales, no queda ninguna duda de que las emisiones de los incineradores constituyen señas amenazas a la viabilidad biológica y económica de la agricultura del lugar. Los puntos más importantes son los siguientes:
· Las sustancias químicas emitidas por los incineradores se acumulan en los cultivos y el ganado, a menudo en concentraciones altas.
· Se ha demostrado que las sustancias químicas emitidas por los incineradores afectan la productividad y la salud del ganado y/o de los cultivos.
· En muchos países se han detectado altas concentraciones de dioxinas, furanos y metales pesados en cultivos y animales cercanos a los incineradores.
· Los alimentos son, para la población, la ruta de exposición a los metales pesados, dioxinas y furanos y otros productos químicos sintéticos.
Un reciente estudio de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los EE.UU. -EPAdeveló que el consumo de carne vacuna contaminada con dioxinas en las cercanías del incinerador de residuos peligrosos WTI, en East Liverpool, Ohio, resultaría en exposiciones 40.000 veces mayores a las exposiciones a través de la inhalación solamente. Los riesgos de cáncer estimados por ingerir carne contaminada con dioxinas durante sólo un año de funcionamiento del incinerador, se estimaron en 42 por millón -un porcentaje que supera ampliamente el nivel de riesgo "aceptable" por la Agencia durante toda una vida. Los riesgos de contraer cáncer en el transcurso de la vida totalizarían más de 5.800 por millón, sin incluir las exposiciones a través de otros alimentos contaminados u otros efectos en la salud, como la toxicidad reproductiva, inmunológica y sobre el desarrollo (Farland 1993).
Aparte de los efectos biológicos, existen también impactos económicos potenciales. La presencia de elevados niveles de contaminantes en los alimentos podría afectar la demanda de los productos cultivados cerca de incineradores. Los gobiernos de los Países Bajos y del Reino Unido mantienen en vigencia las prohibiciones sobre los productos (carne y lácteos) de zonas cercanas a incineradores. La Federación de Alimentos y Bebidas de la Comunidad Europea ha solicitado a la CE que detenga la construcción de unidades de incineración de residuos tóxicos cerca de las plantas de procesamiento de alimentos (WM 1991).
De acuerdo a la EPA de los Estados Unidos, ese país ya posee más del doble de capacidad de incineración que necesita para la cantidad de residuos peligrosos que se están generando actualmente, aún incluyendo los distintos tipos de residuos "recientemente listados" (USEPA, 1991). Como los incineradores son para los generadores de residuos una salida relativamente económica en cuanto a la responsabilidad legal asociada con los mismos, la abundante capacidad de incineración no incentiva a las industrias a invertir en cambios de procesos para reducir y evitar la generación de residuos en origen.
Se recomiendan las siguientes políticas a seguir:
· Una moratoria inmediata para nuevos incineradores y hornos para quemar residuos.
· Un programa nacional de prevención de la contaminación para reducir los residuos en origen, solicitando a las industrias que reduzcan sus usos de productos químicos tóxicos y eliminen progresivamente los químicos y procesos más peligrosos.
· Un programa de eliminación gradual de incineradores existentes.
Para leer el informe completo consultar: http://noalaincineracion.org/wp-content/uploads/impactosenlaagricultura.pdf
Campaña de Tóxicos de Greenpeace.
RESUMEN Y RECOMENDACIONES
Para instalar incineradores, las empresas de disposición final de residuos peligrosos apuntana las comunidades que ofrecen la menor resistencia política. Como resultado, estasinstalaciones son ubicadas principalmente en áreas cuya población está conformada porgente mayor, con escasos recursos económicos, religiosa, de origen rural, y/o gente de color. Más de la mitad de los incineradores comerciales de residuos peligrosos existentes ypropuestos en los EE.UU. están localizados en comunidades rurales próximas a tierrasagrícolas.
Cada vez hay más evidencias que indican claramente que los incineradores de residuos peligrosos provocan la contaminación de la cadena alimentaria, poniendo en riesgo la salud de las personas que consumen alimentos cultivados en lugares cercanos a los incineradores. Para los granjeros, existen evidencias de amenazas adicionales sobre la productividad y comercialización de sus cultivos y ganados.
No hay datos disponibles para realizar una predicción completa de los efectos en la agricultura de las miles de sustancias químicas emitidas por los incineradores. Sin embargo, si nos basamos en pruebas experimentales, datos obtenidos en campo, y experiencias reales, no queda ninguna duda de que las emisiones de los incineradores constituyen señas amenazas a la viabilidad biológica y económica de la agricultura del lugar. Los puntos más importantes son los siguientes:
· Las sustancias químicas emitidas por los incineradores se acumulan en los cultivos y el ganado, a menudo en concentraciones altas.
· Se ha demostrado que las sustancias químicas emitidas por los incineradores afectan la productividad y la salud del ganado y/o de los cultivos.
· En muchos países se han detectado altas concentraciones de dioxinas, furanos y metales pesados en cultivos y animales cercanos a los incineradores.
· Los alimentos son, para la población, la ruta de exposición a los metales pesados, dioxinas y furanos y otros productos químicos sintéticos.
Un reciente estudio de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los EE.UU. -EPAdeveló que el consumo de carne vacuna contaminada con dioxinas en las cercanías del incinerador de residuos peligrosos WTI, en East Liverpool, Ohio, resultaría en exposiciones 40.000 veces mayores a las exposiciones a través de la inhalación solamente. Los riesgos de cáncer estimados por ingerir carne contaminada con dioxinas durante sólo un año de funcionamiento del incinerador, se estimaron en 42 por millón -un porcentaje que supera ampliamente el nivel de riesgo "aceptable" por la Agencia durante toda una vida. Los riesgos de contraer cáncer en el transcurso de la vida totalizarían más de 5.800 por millón, sin incluir las exposiciones a través de otros alimentos contaminados u otros efectos en la salud, como la toxicidad reproductiva, inmunológica y sobre el desarrollo (Farland 1993).
Aparte de los efectos biológicos, existen también impactos económicos potenciales. La presencia de elevados niveles de contaminantes en los alimentos podría afectar la demanda de los productos cultivados cerca de incineradores. Los gobiernos de los Países Bajos y del Reino Unido mantienen en vigencia las prohibiciones sobre los productos (carne y lácteos) de zonas cercanas a incineradores. La Federación de Alimentos y Bebidas de la Comunidad Europea ha solicitado a la CE que detenga la construcción de unidades de incineración de residuos tóxicos cerca de las plantas de procesamiento de alimentos (WM 1991).
De acuerdo a la EPA de los Estados Unidos, ese país ya posee más del doble de capacidad de incineración que necesita para la cantidad de residuos peligrosos que se están generando actualmente, aún incluyendo los distintos tipos de residuos "recientemente listados" (USEPA, 1991). Como los incineradores son para los generadores de residuos una salida relativamente económica en cuanto a la responsabilidad legal asociada con los mismos, la abundante capacidad de incineración no incentiva a las industrias a invertir en cambios de procesos para reducir y evitar la generación de residuos en origen.
Se recomiendan las siguientes políticas a seguir:
· Una moratoria inmediata para nuevos incineradores y hornos para quemar residuos.
· Un programa nacional de prevención de la contaminación para reducir los residuos en origen, solicitando a las industrias que reduzcan sus usos de productos químicos tóxicos y eliminen progresivamente los químicos y procesos más peligrosos.
· Un programa de eliminación gradual de incineradores existentes.
Para leer el informe completo consultar: http://noalaincineracion.org/wp-content/uploads/impactosenlaagricultura.pdf
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