Tras haber solicitado información a Greenpeace, al igual que a GAIA y Ecologistas en acción, hemos recibido respuestas, el siguiente informe especifico para Huéscar:
Arco de plasma: cuales son sus consecuencias ambientales y sanitarias. Campaña de contaminación de Greenpeace. 14 mayo 2009
Greenpeace ha elaborado este documento para aclarar y dar información a los vecinos del municipio de Huéscar del riesgo de toxicidad que presentan las plantas de arco de plasma como la propuesta por "Plasma System Group". A pesar de lo recogido aquí animamos a la corporación municipal, responsables de medio ambiente y salud de la Junta de Andalucía así como a los medios de comunicación a investigar más sobre estos temas y analizar las declaraciones y publicidad realizadas por compañías como Plasma System Group que promocionan estas tecnologías.
Plasma System Group propone construir y hacer funcionar una instalación de arco de plasma para procesar 500 toneladas por día de residuos en Huéscar. En su publicidad la compañía afirma que esta tecnología está probada, puede generar grandes cantidades de energía "renovable" y es respetuosa con el medio ambiente (veremos mas adelante que estas afirmaciones no son ciertas). Si se construyera, dicha planta sería la primera de sus características en España, por lo que no se tiene experiencia de los problemas asociados a ella.
¿Se puede confiar en esta tecnología?
Dado que el proyecto de Plasma System Group será el primero que use arco de plasma en España para el tratamiento comercial de residuos de todo tipo, para poder considerar la propuesta seriamente será esencial una completa y veraz exposición de sus planes, apoyados con cifras y una revisión pública del proyecto.
Desgraciadamente, este tipo de proyectos y la información de las compañías involucradas no han sido sometidos a un análisis adecuado por las Administraciones competentes (sanitarias y ambientales). En vez de eso, parece que algunos responsables políticos y técnicos dan la bienvenida a estas empresas a pesar de los serios problemas de esta tecnología en su funcionamiento comercial (los estudios siempre se basan en plantas experimentales y pruebas pilotos a pequeña escala). También se debería reconsiderar las afirmaciones y medias verdades de estas compañías, así como la falta de datos independientes y verdaderamente verificables de las condiciones reales de funcionamiento para apoyar sus declaraciones.
Un claro ejemplo se nos presenta en el proyecto presentado al Ayuntamiento de Huéscar. En la documentación entregada a la corporación en su segunda página aparece un gráfico denominado "Diagrama de flujo de proceso" en el que no se incluye la instalación de una chimenea de salida de gases residuales o de proceso. En el documento se hace referencia a un "gas de síntesis" supuestamente límpio, cuando en realidad el gas sintético generado contendrá componentes químicos tóxicos procedentes de la destrucción de plásticos, pinturas y otros elementos de los residuos.
¿Es el arco de plasma seguro para nuestra salud?
Las empresas que promueven el arco de plasma, la gasificación o la pirólisis afirman que sus tecnologías no implican una incineración. Aunque existen deferencias con las de quema tradicional de residuos, el arco de plasma, la gasificación y la pirólisis incluyen procesos de incineración/combustión como una parte esencial de sus procesos. Todas estas tecnologías emiten dioxinas y otros contaminantes dañiños y están definidas como incineración por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los EEUU (EPA).
El arco de plasma, la gasificación o la pirólisis emiten una cantidad de tóxicos similar a los hornos convencionales de incineración en masa. El Documento de Referencia sobre Mejores Técnicas Disponibles para la Incineración de Residuos de la Prevención y el Control Integrados de la Contaminación de la Comisión Europrea encontró que:
"... los niveles de emisión al aire en la etapa de combustión de tales instalaciones son los mismos que aquellos establecidos para las instalaciones de incineración."
En líneas generales, las emisiones identificadas al arco de plasma, la gasificación o la pirólisis es un material particulado, compuestos orgánicos volátiles (COVs), metales pesados, dioxinas, dióxido de azufre, monóxido de carbono, mercurio, dióxido de carbono y furanos, entre otras. Algunos de estos tóxicos son dañinos para la salud humana y el medioambiente aún en bajas dosis. El mercurio, por ejemplo, es un neurotóxico potente y muy expandido que altera las funciones motoras, sensoriales y cognitivas. Las dioxinas son el cancerígeno más potente conocido por la humanidad, para la cual no hay un nivel de exposición seguro. Los impactos de las dioxinas sobre la salud incluyen cáncer, alteraciones en el desarrollo sexual, malformaciones congénitas, daños en el sistema inmunológico, desórdenes en el comportamiento y disminución en el recuento espermático, entre otros. La incineración de desechos sólidos urbanos es una de las principales funtes antropogénicas de emisión de dioxinas en Estados Unidos (EE.UU.). Los trabajadores de las incineradoras y las personas que viven cerca de estas plantas, tienen un riesgo particularmente alto de exposición a las dioxinas y contaminantes, pero los impactos tóxicos de la incineración llegan mucho más lejos: los compuestos orgánicos persistentes (COPs), tales como las dioxinas y los furanos, se trasladan cientos de kilómetros y se acumulan en animales y en humanos. Este tipo de sustancias pasa a la cadena alimentaria a través de los alimentos que se producen cerca de las incineradoras llegando a otras comunidades.
Es evidente que este tipo de industrias intenta constantemente minimizar los riesgos de sus tecnologías ante el público por lo que no les deberíamos confiar nuestra salud.
¿Se controlan suficientemente las emisiones y la posible contaminación que produce la incineración en arco de plasma?
Los dispositivos de control de la contaminación de todos los tipos de incineradoras, incluidos el arco de plasma, son equipos que básicamente capturan y concentran los contaminantes tóxicos, pero no los eliminan. Al capturar y concentrar las sustancias contaminantes, éstas se transfieren a otros medios como las cenizas volantes, el material carbonizado, la escoria y los líquidos residuales.
Los límites de emisión fijados para las incineradoras (incluyendo las incineradoras en masa, por gasificación, porólisis y plasma) no garantizan que las emisiones sean seguras. Por otro lado, las emisiones de las incineradoras no se miden de forma suficiente, y por ende, los niveles totales de emisión que se reportan pueden ser falsos. Además, los límites no siempre se hacen cumplir. En primer lugar, los límites de emisión no suelen basarse en lo que científicamente se considera como seguro para la salud pública, sino en lo que se determina que es tecnológicamente factible para una fuente dada de contaminación. Como lo ha escrito al Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (USEPA)
"Considerando que la USEPA no ha podido definir claramente un nivel de exposición segura a estos contaminantes cancerígenos, se hizo casi imposible elaborar una normativa."
En consecuencia, los límites de emisión de la USEPA se crearon únicamente para exigir a los "emisores que utilicen las mejores tecnologías de control probadas en fuentes industriales". Como resultado, estos límites permiten liberar contaminantes tóxicos como las dioxinas, el mercurio y el plomo en niveles inseguros. Además, estos límites inadecuados solo regulan a un puñado de miles de contaminantes que se conocen, y no toman en cuenta la exposición a varios químicos al mismo tiempo (cóctel químico). Estos impactos, llamados "sinérgicos" tienen incontables efectos sobre la salud y el entorno. En segundo lugar, las emisiones de las incineradoras no se miden lo suficiente. Tal es el caso de los contaminantes más peligrosos que se conocen, tales como las dioxinas y el mercurio, cuyas emisiones en las incineradoras raramente se miden de forma continua o precisa. En consecuencia, los niveles totales de emisión reportados pueden ser falsas. En tercer lugar, los límites de emisión que sí existen no siempre se cumplen. A veces se permite seguir operando a las incineradoras a pesar de violar los límites de emisión.
¿El arco de plasma es una técnica de incineración segura?
Las incineradoras por gasificación, pirólisis y plasma tienen antecedentes nefastos, plagados de problemas operativos, explosiones y clausuras.
La cantidad de problemas operativos que se han registrado en distintas incineradoras por gasificación, pirólisis y plasma ha probado que estas plantas son costosas y peligrosas para los municipios donde están instaladas. Por ejemplo, el horno incinerador de Thermoselect en Karlsruhe, Alemania-una de las plantas por gasificación de desechos sólidos urbanos más grandes del mundo- se vió obligado a cerrar definitivamente en 2004 tras haber sufrido durante años reiterados problemas operativos y pérdidas financieras que sumaron más de 400 millones de euros. Entre los problemas operativos sufridos se registraron una explosión, roturas en el recubrimiento del reactor a causa de las temperaturas y la corrosión, filtraciones en una pileta con líquidos residuales, filtraciones un una pileta de sedimentación que contenía líquidos residuales contaminados con cianuro, y finalmente se vio obligado a cerrar tras descubrirse emisiones descontroladas de gases tóxicos.
Del mismo modo, en 1998, un horno pirolítico de "alta tecnología" instalado en Furth, Alemania, que procesaba desechos sólidos urbanos, tuvo una falla importante que provocó la liberación de gas de pirólisis al aire. Un barrio entero tuvo que ser evacuado, y algunos ciudadanos de la comunidad aledaña tuvieron que ser llevados al hospital para ser observados.
En muchos países, incluyendo Canadá, Francia, India, Estados Unidos y el Reino Unido, los municipios han rechazado propuestas de instalación de tecnologías de gasificación, pirólisis y plasma debido a que los datos que presentaron los representantes de la industria sobre las emisiones, las finanzas y los beneficios energéticos resultaron ser infundados. Como informó el periódico Palm Beach Post sobre la propuesta de instalación de un horno de arco de plasma de la empresa Geoplasma en St. Lucie, Florida, EE.UU.: "los números eran bastante impresionantes", declaró el comisionado Cowar. Pidió pruebas. La empresa no las pudo entregar. El condado contrató los servicios de un consultor, quien dijo que las pruebas no existían.
¿Cuantos empleos creará la planta de Huéscar?
La planta de Huéscar quemaría al año unas 166.500 toneladas (8.000 horas/año mínimo de funcionamiento son 333 días por 500 toneladas al día), según propias declaraciones de la empresa. Múltiples informes y estudios recientes demuestran que procesar todos los residuos, esto es reciclando y recuperando materiales podría crear 241 puestos por cada 100.000 tn/año tratadas, ello supone el empleo de 401 personas. Según la patronal de la incineración (AEVERSU) quemando resíduos se generan actualmente en España de media unos 52 empleos por cada 100.000 tn/año quemada. Esto supondría que la planta de Huéscar con el volumen quemado al año generaría como mucho 86 empleos, muy alejados de los 300 puestos que promete Plasma System Group en la información aportada a las Administraciones. De nuevo datos poco contrastados o falsos.
¿Son los residuos un "recurso renovable"?
Las empresas incineradoras actuales venden el eslogan "de residuo a energía" y afirman de forma falsa que pueden, de una forma segura, rentable y sostenible, convertir materiales como los residuos domésticos, neumáticos y los residuos peligrosos en electricidad "renovable". Pero lejos de ser una fuente de energía renovable, las incineradoras y los vertederos emiten contaminantes perfudiciales para el aire, el suelo y el agua, gastan más energía de la que pueden generar y contribuyen al cambio climático.
Más de dos tercios de los materiales que utilizamos en los España todavía se queman o entierran, a pesar del hecho de que existe capacidad técnica para un reciclaje rentable, para la reutilización o para el compostaje de la inmensa mayoría de los que gastamos. Por cada objeto que es incinerado o enterrado en vertedero, uno nuevo debe ser creado desde la materia prima en vez de hacerlo desde materiales reutilizados. Esto requiere un flujo constante de recursos que se extraen de la tierra, se procesan en fábricas, se transportan por todo el mundo, y se queman o entierran en nuestro país. El impacto de este ciclo de residuos ha superado con creces los proyectos locales de eliminación de residuos causando emisiones de gases efecto invernadero, gasto de energía y contaminación en una distancia de miles de kilómetros.
El informe de 2006 de la EPA sobre el Tratamiento de Residuos Sólidos y Gases de Efecto Invernadero muestra que es mucho mejor para el clima reciclar que incinerar o depositar en vertederos los residuos. Por ejemplo, el informe muestra que la incineración de una tonelada de plástico mezclado, en vez de reciclado, causa más de 6 veces más emisiones de gases de efecto invernadero.
Reciclar materiales ahorra el 50% más de energía que lo que produce la incineración de los mismos. Por ejemplo, reciclar papel ahorra más de 10 veces más energía que la que se puede generar quemándolo.
Otras cuestiones sin resolver
Se debería tener en cuenta el elevado consumo de agua que Plasma System Group prevé para la planta (80.000 m3/año). Esto implicaría la concesión de nuevas autorizaciones para la extracción de aguas subterráneas o uso de agua superficial.
¿En que lugar tiene previsto Plasma System Group evacuar las aguas de proceso de la planta?. La autorización de vertido previsiblemente sería para el total del caudal solicitado (80.000 m3/año). El agua se vertería con cargas contaminantes (qué elementos), además, del vertido térmico empleado en los circuitos de refrigeración.
Según Plasma System Group la potencia instalada sería de 100 Mw. ¿Como se abastecerá la planta y por dónde tiene previsto evacuar la electricidad producida? Según afirma la propia empresa la electricidad producida no podrá acogerse al régimen especial de generación.
¿Como se justifica el elevado montante previsto para la ejecución de la planta (520 millones de euros), cuando grandes incineradoras de residuos sólidos urbanos actualmente en proyecto (Serín, Asturias, de 450.000 tn/año) rondan los 250 millones de euros?.
Conclusiones
Los niveles de dioxinas, componentes carcinogénicos, en la sangre de la población que vive cerca de una incineradora de residuos son más altos que los de la población general.
Las incineradoras de pirólisis, plasma y gasificación tienen una mayor huella ecológica que las incineradoras convencionales que ya es elevada de por sí. Estas incineradoras tratan el residuo en cámaras que requieren grandes entradas de combustibles adicionales y/o electricidad para funcionar. Esto requiere que se utilicen combustibles fósiles tales como gas natural y carbón, con su respectiva generación de gases de efecto invernadero.
Las incineradoras tienen un efecto negativo en la salud de la población y en el ambiente, consumen dinero público que tendría que ser destinado a energías renovables, reducción de los residuos y soluciones climáticas. Fortalecer la salud de la comunidad y detener el cambio climático supone que tengamos que aumentar la reducción de los residuos, la reutilización, el reciclaje y el compostaje como medios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de energía. Esto también requiere que dejemos de subvencionar el gasto en incineración como una fuente de energía renovable.
Desde hace décadas, se ha animado a todo el mundo a realizar las 3R´s: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Pero hoy en día, algunas compañías dicen que deberíamos dejar de preocuparnos por la generación de basura ya que se nos dice que la basura es una fuente de energía "renovable". No sólo la basura no es una fuente de energía renovable, sino que una instalación de arco de plasma requerirá la generación de una gran cantidad de basura siempre, poniendo en peligro el reciclaje y los programas reales de energías renovables. Necesitamos apoyar la energía solar y la eólica como energías renovables, no la basura.
Recomendaciones
El Ayuntamiento de Huéscar debería considerar en profundidad las ventajas e inconvenientes de construir una planta de arco de plasma o incineradora de residuos en su término municipal.
A la vista del siguiente informe NO DEBERÍA AUTORIZAR dicha actividad.